La motivación de lo que hacemos es fundamental.
Por qué hago lo que hago?, por qué canto?, por qué enseño? Por qué ayudo?, por qué escribo en un blog? Por qué, por qué, por qué????
La gente no siemore puede saber nuestras motivaciones reales, Dios SIEMPRE.
Cuando los constructores de Génesis 11, empezaron a hacer sus ladrillos y querer construir una torre, Dios vio sus intenciones y motivaciones.
Hacer una torre no era malo, pero el por qué, es lo que no agrado a Dios, dice el versículo 4 de la NTV que entre ellos se dijeron: Vamos, construyamonos una gran ciudad para nosotros, que tenga una torre que llegue hasta el cielo, eso nos hará famosos.... la Reina Valera dice: "Hagámonos un NOMBRE"
Tener un nombre nunca ha sido malo, ser famosos no es malo, la motivación es lo desagradable ante los ojos de Dios.
Hace unos días Dios me recordó aquello que dice 1ra de Pedro 2:9, que somos llamados a anunciar las virtudes de AQUEL que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Los edificadores de la torre, eran descendientes de Noe, venían de aquellos que se salvaron de morir ahogados en el diluvio, sus antecesores fueron hallados fieles, ellos tenían dones, tenían la habilidad de construir, de crear, y la usaron, pero su corazón empezó a desviarse, empezaron a buscar SU FAMA, SU NOMBRE.
Hoy en día pareciera que Babel quiere resurgir, que los que hoy construimos para el reino de Dios, a veces nos desviamos y empezamos a construir para "nuestro" reino, buscamos hacernos un nombre, buscamos ser vistos, aprobados, aplaudidos entre otras cositas.
Pareciera que importan más las virtudes nuestras, de nuestra iglesia, de nuestro ministerio, que las virtudes de AQUEL.
No generalizo, pero no puedo negar esta triste realidad y yo misma me cuento en la lista, en ocasiones veo mi corazón queriendo desviarse, veo mis motivaciones equivocadas, pero gloria sea dada a Dios por su Espíritu que redarguye, por su palabra que alumbra y por esos hombres que aún predican la verdad sin ningún interés propio y que nos guían nuevamente a esa verdad, la verdad que trae libertad, la verdad que cambia el corazón.
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