jueves, 28 de julio de 2016

Hay zapatos para cada ocacion

Hace unos años unos amigos y yo fuimos a una boda en otra ciudad, el lugar donde nos hospedamos quedaba a unas  cuadras del lugar donde se llevaría a cabo la boda.
Todos nos arreglamos,  nos vestimos apropiadamente para la ocación y como el lugar al que íbamos estaba "cerca" optamos por irnos caminando para no batallar con el estacionamiento y  a la vez disfrutar del camino playero.
Conforme empezamos a avanzar la distancia ya no me estaba pareciendo tan corta :( y no porque no lo fuera, el problema radicaba en los zapatos que yo traía puestos :( . Eran unos zapatos con un tacón mega alto (para mi) y para nada aptos para andar caminando por la ciudad. Eran zapatos para estar en una fiesta un rato parada y un GRAN rato sentada. Me pareció eterno el trayecto, eterna la estancia y mas eterno el regreso aunque al final opte por quitarme los dichosos zapatos!
Los zapatos no eran los del problema, el problema fue que los use en la ocación equivocada "la caminata".
Así como hay zapatos para cada ocación, porque fueron DISEÑADOS para una actividad muy particular, para correr, para andar en la playa, para jugar bolos, para usarlos en la lluvia, para esto y para aquello, tambien nosotros como cuerpo de Cristo fuimos diseñados y dotados de dones para algo ESPECÍFICO,  Romanos 12 :6 dice que:
"Dios en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer BIEN determinadas cosas". Y en 1 Corintios 12 :11 dice: "Es el mismo y único Espíritu quien distribuye todos esos dones. Solo Él decide qué don cada uno debe tener".
Esto quiere decir que hay dones para cada uno y para hacer determinada tarea, y dice Romanos que se haga BIEN, no es suficiente con que nos guste, no es suficiente con que sea lo que siempre hemos deseado, no es suficiente que el corazón nos palpite y se nos quiera salir del pecho por hacer "aquello" que otros hacen.
Si empezamos o nos empeñamos en fluir en otro u otros dones que no son los que Dios nos dio, empezaremos a forzarnos en ser quien no somos y así como con los zapatos equivocados, empezaremos a cansarnos, nuestro servicio empezara a ser una carga, parecerá eterno, no seremos de edificación (al contrario) y terminaremos por dejarlo tirado asi como los zapatos.
Descubramos cuales son nuestros dones y usémoslos para la EDIFICACIÓN de otros.
El Espíritu santo no se equivoco.

2 comentarios:

  1. Whashu... como te puedo seguir?? Donde le pico?

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    1. Hola Nabil, mira soy nueva y no se mucho, pero abajo del blog hasta el final duce: suscribirse a entradas, so supongo que ahi, intentalo, grattttttzie mijita

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