martes, 2 de agosto de 2016

Cada quien...

Un día leí que cada persona según su edad y su entorno experimenta la sensación de desastre o catástrofe. Ese artículo se centraba en la percepción que como padres debemos tener ante las reacciones de nuestro hijos frente a "supuestos" desastres. Es decir, para mi como mamá una situación de desastre o de megaestress podría ser que: Se rompa una tubería estando yo sola con mis hijos, ellos en el segundo piso, recien bañados, sin vestir, el piso de abajo inundado, el agua saliendo con fuerza y haciendo mucho ruido, faltando 2 horas para que la reunión del jueves empiece y me toque cantar, los vecinos adultos no están, no tengo como comunicarme con mi esposo, el piso esta resbaloso y casi caigo, los niños gritando desde arriba mamaaaaaaá, etc, etc, etc.
Para mi esa tarde de jueves fue desastrosa. Para Maty, mi  hijo de 5 años, el que a su rompecabezas de 60 piezas le falte UNA pieza, una sola, puede ser en PROPORCIÓN,  igual de desastroso, o de estresante, agobiante y toda aquella palabra que termine en ante.
Puede un hombre a quien el médico le acaba de dar un diagnostico fatal sentirse sin salida, sin esperanza, e igual una mujer madre soltera a quien esta quincena  el cheque le llego mas corto y tiene encima el regreso a clases, o  puede haber un adolecente que se siente igual que los dos anteriores porque ve que el grano de su frente tiene en su cara la  misma proporción que tiene el sol  en el sistema solar. Tres historias o casos diferentes, no existe grado de  comparacion entre ellas, pero tienen en común sentimientos de desesperación, cada uno en su caso puede sentir que no hay salida o esperanza, que no hay solución.
A veces tenemos días nublados, grises, de ultimos de quincena, de ropa que no nos queda, de trabajos sin pagar, de hijos prodigos aún alimentando cerdos, de tuberias sin agua o rotas, de filas eternas en bancos o tortilerias, de mensajes dejados en visto, de juguetes rotos, de uñas quebradas, de canas mas notorias que nunca, de diagnósticos fatales, de rentas atrasadas, de relaciones rotas, de renuncias sobre un escritorio, de ministerios desgastantes, de esto y de aquello.
Todos tenemos una o varias historias de "tragedias", la biblia tambien esta llena de historias con situaciones desesperantes, o de estres, o de tristeza, hay un Job con una tragedia tras otra , un José vendido y encarcelado, una Sara estéril o un Zaqueo pequeño, un pueblo harto de mana anhelando otra cosa, un lisiado olvidado, unas historias mas trágicas que otras, unas mas dificiles de solucionar que otras, unas con agonias mas largas, etc., PERO para cada una de estas situaciones, las de la biblia,  las nuestras y todas las que cualquiera pudiera mencionar, hay algo que hacer y es lo mismo para todas: Ir a EL, descansar en Él, clamar a Él, llorar con Él, suplicarle a Él, esperal en Él, y todo todo todo lo que tenga que ver con Él.


"Pongan TODAS sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque Él cuida de ustedes"
1 Pedro 5:7 NTV

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