Hace unos días Mila nuestra "cachorrita" trato de desayunarse mis lentes y los daño un poco, así que me vi en la necesidad de ir a hacerme unos nuevos. El médico encargado del exámen, como es normal, me sentó en una silla especial, me colocó ese aparato lleno de lentes donde iba cambiando uno y otro mientras me hacía esa pregunta que es casi imposible de responder: ¿ cuál es mejor, éste o éste otro?.. y para esto me mostraba esa imagen compuesta de varios renglones con letras puestas al azar y me decía cual renglon yo debía leer, no era el que yo quisiera, aunque yo veía varios renglones, debía fijar mi vista en el que el me indicaba para poder evaluarme y asi poner en mis lentes la graduacion exacta.
Estos últimos días he pasado situaciones difíciles de sobrellevar y se que no soy la única, y también se que lo mas normal es que centramos toda nuestra atención en esas cosas, en los problemas, en las necesidaes y en todas esas cosas que nos roban la paz, pero Dios como siempre tiene una instrucción que darnos al respecto, misma que parece imposible de hacer o que parece una contradicción.
Dice 2 Corintios 4:18 NTV
"Asi que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en las cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habran ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre".
Parece contradictorio decir que no vemos lo que vemos, pero es asi como en el examen de la vista, aunque yo veía todos los renglones, debia FIJAR mi vista en uno específicamente, en aquel que el medico me indicaba, igual en nuestras dificultades, debemos fijar la vista, la atención, nuestras fuerzas, nuestra concentración no en ellas, sino en lo que Dios nos dice, en lo eterno, en su palabra, sus promesas, en aquello que permanecera para siempre.
El médico no borro las letras que yo no debia leer, las dejo ahi, pero me dijo dónde fijar mi vista.
Dios no siempre borra las circunstancias... Pero nos dice a donde voltear, donde fijar nuestros ojos y nuestra esperanza y es en Él... Y nos dará descanso aún en medio de la prueba.
Dios siempre tiene algo que decir, siempre quiere comunicarse con nosotros. Su palabra escrita es una de sus formas de hablarnos mas inmediatas, pero otras veces usa cosas o situaciones cotidianas para mostrarnos algo de una manera práctica, así lo hace conmigo. Asi que ya sea a través de ropa sucia, de un perrito, de un dibujito o un gesto de mis hijos, de unas flores, de unos globos, de un día de playa, o de cualquier cosa, Dios siempre quiere decir algo.
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